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Sobre héoes y tumbas


  

Dejados atrás los ojos admiradores de la infancia y los anales remotos de un principio abisal, hoy he amanecido preocupado al cogerme el presente “in fraganti”, “en bolas”, “pillado”. Desnudo en el armario diciendo “esto no es lo que parece”. Así. Me pilló.

Me recuerdo antes del principio como un extraño, un extranjero, casi un catalán… Uy, perdón. Recuerdo que la universidad era otra cosa, pensaba yo. Recuerdo que leía a Kafka, que me encantaba E. Mendoza y me gustaba Manuel Rivas. Recuerdo que leía El País. Cuatro años después, Manuel Rivas me despierta tanto interés como Ana Rosa Quintana y me resulta divertido leer a Federico J. L. S. (no lo escribo entero por que él es omnisciente y lo sabe todo, que por algo trabaja en la COPE). Y hoy me he sorprendido en el kiosco comprando el Marca. Es para preocuparse. De esos momentos en los que te miras y piensas ¿Joder, qué cojones estás haciendo?... Así que, descartando echarme la culpa a mí mismo por razones de salud obvias, he decidido buscarla en agentes externos. Es entonces cuando me encuentro con un post de Elianinha sobre Manuel Gago. De Elianinha, que escribió un visionario artículo sobre el acto de licenciatura que me gustaría retomar y que ya forma parte de la parte más brillante de la historia de la literatura de las blog. De Elianinha, que cada vez que la leo me entran ganas de escribir. Y, como quiera que después de cuatro años se me había olvidado como se hacía, he decidido curarme en salud despotricando contra los USC Journalism teachers. Conste que esto no es propio de mí pero la situación lo exige. Les ruego que tengan en cuenta que lo hago por mi bienestar mental, pa curarme, que yo contra los teachers no tengo nada. Vive Dios. Faltaría. Con todo lo que tengo que agradecerles!. Piensen que alguien tiene que ocuparse del trabajo sucio, que Gago es una pequeña luz dentro de un desolador paisaje. Un cosmos ingobernable, un sin dios de tamañas dimensiones que analizarlo produce cierta congoja visual. Más o menos es así. El profesorado de xornalismo, digo. Un panal en el que los miembros se agrupan por celdas de dos o tres personas. En que todos piensan de todos que son unos gilipollas. Y todos tienen razón.

En este sistema de celdas resulta una utopía inalcanzable recibir una educación integral mínimamente coherente, o progresiva, o coordinada… Formar personas es un trabajo relegado a la educación primaria que en muchos casos fracasó. Mientras que una persona no deja de formarse nunca (¿Nunca?. Nunca. Joder. Acojona ¿no?. Sí. ¿Ni a los 50 años?. Ni a los 70. Vaya. Ya ves) esta función es ignorada en la licenciatura, que traslada sus prioridades a la “clase miting” y a información útil.

Miting: esto vale tanto para los que rinden homenaje a su ego en cada sesión como para los que se valen de su libro (construido a retales de otros) como única referencia pedagógica. Provoca confrontación entre las distintas aulas, contradicción de informaciones. Nos lleva a una posición casi posmodernista, psicoanalíticamente compleja. En primero tienes que creer ciertas verdades, en segundo tragarnos su reverso, en tercero conocer la verdad de la ecuación para pasar a otra verdad que será puesta en duda en cuarto (información simple. información especializada. Hai que ser objetivos. La objetividad no existe. El guión en radio es imprescindible!!!! Producto para todos, producto para nadie. Hay que abarcar el público objetivo más amplio posible, la digitalización se hace digitalizando. People are strange…).

Útil: Pirámide invertida, géneros periodísticos, concepto de raccord ( lo que nos llevaría estudiarlo, aproximadamente, cuatro meses y medio de licenciatura). Obvio lo que aprendimos de locución. Obvio lo que aprendimos de avid. Obvio lo que aprendimos de Quark. (¿Cuatro meses y medio?. Bueno, dejémoslo en cinco y una recuperación en septiembre)

Nos quedan todavía dos eslabones en la cadena: los que cumplen su función con fría apatía, que suelen ser profesores asociados y Antía, y los incompetentes.

Muchos de los primeros son bastante buenos aunque no te motiven lo más mínimo. Yo no fui a la clase de muchos de estos profesores cumplidores por esta falta de motivación. Reconozco que es una excusa pobre. Es como decir “necesito trabajo pero no hay ninguno que me motive”. “Estoy encerrado en la habitación cascándomela porque no me motiva la vida…”.

Los otros son los que miras con estupefacción. Como un espectador asistiendo a una comedia mala. Los miras y no te lo crees. ¿Esto es posible? ¿Este tío es posible?

Este tipo de cómicos alcanza una especial hilaridad cuando se ve obligado a impartir teorías inventadas. La teoría de la radio o la teoría de la tele. Se puede hablar de la historia de la radio pero es muy complicado saber “hacer radio” en base al estudio de las cualidades del sonido… El plan de estudios se reduce a prácticas insuficientes y a teorías innecesarias. Teorías innecesarias impartidas por incompetentes que escriben libros insulsos que otros incompetentes podrán utilizar para impartir teorías inútiles.  

Claro. Luego llegamos a cuarto y nos dice Freixanes que viene notando deficiencias. No te jode. Y yo. Las noto desde primero.

Por todo ello, sin entrar en hechos más hirientes, encabronado porque no me han dado una beca en cuatro años y he fomentado la reproducción de tan lamentable panal con el trabajo de mis padres, hoy pronuncio mi Voto de Castidad:

Quiero

1… que alguien me diga que hacer periodismo es hermoso, jodido, pero hermoso.

2… que me enseñe Avid alguien que sepa manejarlo

3… que Les me dé su asignatura. SU asignatura. La asignatura LES. Y que otro me explique historia del periodismo.

4… que se premio lo creativo, lo original, a la gente que se esfuerza por hacer algo distinto o, simplemente, bien hecho. No a quien fotocopia los apuntes en el examen. Sino volveremos incurrir en la reproducción del panal.

5… que se elimine toda aquella información chapada a conciencia que no sirve para nada y que, por otra parte, tampoco es interesante (¿cuatro meses y medio?. Cinco, a lo sumo)

6… que alguien me explique quien coño son todos esos personajes que pululan por la facultad y que nadie sabe quienes son ni que diablos están haciendo

7… que los proyectos de la facultad sean los de los alumnos y no los de los profesores

8… que los proyectos de los profesores no los hagan los alumnos

9… que aprendamos a ser personas capaces de ejercer como periodistas

10… que Arale pueda volver a una facultad digna de ella

 
 

Quizás estoy siendo un poco apocalíptico. Pero ya saben, no es nada personal, es por mi salud. Sepan ustedes que, pese a todo, esto no es propio de mí...


 

3 comentarios

Marla -

Tío, cuándo piensas renovar? Ya no sólo por ti, sino por los blogeros del mundo.

alale -

XDDDDDD Vaya! Grata sorpresa! Esto sí que no es propio de ti!!! Aplaudo y me sumo a tu voto y ejercicio de salud mental añadiendo que esa facultad no es digna de nadie con un mínimo espíritu crítico aunque no puedo dejar de estar agradecida a las excepciones salvables (no hace falta q las nombre ;P) y puedo añadir que aunque aquí el porcentaje de profesorado cualificado es mayor tb tenemos muchos incompetentes (aunque más discretos).
Fin de mensaje de Arale lisiada, emigrada, morriñenta y al borde de la histeria ^^U
Ohhh! No! Falta PD: Esta mañana me encontré en la acera una colilla de tabaco negro manchada de carmín rojo de camino a la escuela y me acordé de tí por no saber si la colilla contenía más mujer que el tacón abandonado...

juan -

Tu ejercicio de salud mental me ha curado un poco a mí. Sólo un poco porque la enfermedad ya es crónica. Estoy contigo en casi todo.